En lo que los investigadores afirman que es un hito médico, una mujer de 27 años de edad dio a luz a un bebé sano concebido con tejido ovárico que le había sido extirpado mediante cirugía y congelado cuando era niña.
Aunque este procedimiento se había usado en adultos, no estaba claro si congelar tejido ovárico inmaduro podría restaurar con éxito la fertilidad más tarde.
Los investigadores dijeron que este procedimiento podría ser un avance importante para preservar la fertilidad de las mujeres jóvenes o niñas que necesitan tratamientos para una enfermedad que podrían destruir su función ovárica, como, por ejemplo, el cáncer.
"Es un mensaje de esperanza para todas las niñas con un riesgo alto de insuficiencia ovárica prematura, para mejorar su calidad de vida", aseguró la investigadora líder, la Dra. Isabelle Demeestere, ginecóloga y asociada de investigación de la Clínica de Fertilidad y el Laboratorio de Investigación sobre la Reproducción Humana del Hospital Erasme, y de la Universite Libre de Bruxelles en Bruselas, Bélgica.
La Dra.Avner Hershlag, jefe del Centro de Reproducción Humana del Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York, afirmó que el anuncio es "un evento emocionante y un logro histórico en la preservación de la fertilidad en las mujeres en riesgo de perder el potencial de quedar embarazadas". Hershlag no participó en el estudio.
"Ya hemos podido conservar la fertilidad de las mujeres jóvenes diagnosticadas con cáncer y otras enfermedades médicas graves en que el tratamiento amenaza el potencial reproductivo", dijo, y añadió que las mujeres que tienen pareja pueden congelar embriones, y que las mujeres solteras de incluso 14 años de edad pueden congelar sus óvulos.
Pero las niñas y las adolescentes que se encuentran antes de la pubertad no pueden congelar óvulos, y por tanto este tratamiento ofrece una alternativa, dijo Hershlag.
"Se trata de una extensión natural de la ciencia que ya se ha desarrollado para optimizar las técnicas de congelamiento de óvulos, embriones y tejido ovárico. El tejido ovárico... puede permanecer congelado durante años, dando así esperanzas a las niñas que han sobrevivido al cáncer y a otras enfermedades graves, y permitiéndoles tener una familia en la adultez", aseguró.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 10 de junio de la revista Human Reproduction.
La mujer nació en la República del Congo, y fue diagnosticada con anemia drepanocítica cuando eran una niña pequeña. A los 11 años emigró a Bélgica, donde fue tratada con un trasplante de médula ósea. Parte del trasplante conllevaba el uso de quimioterapia para desactivar el sistema inmunitario, lo que podía prevenir de forma permanente que sus ovarios funcionaran. En un intento por salvar su futura fertilidad, los médicos extirparon su ovario derecho cuando tenía 13 años, y congelaron fragmentos de tejido.
Aunque el trasplante de médula ósea tuvo éxito, surgieron complicaciones y el otro ovario de la mujer se dañó. Cuando quería tener un hijo, 10 años más tarde, los médicos descongelaron parte del tejido ovárico congelado, y lo trasplantaron en su cuerpo.
El tejido trasplantado respondió a sus hormonas. Comenzó a menstruar cinco meses después, y siguió teniendo ciclos menstruales regulares.
En noviembre de 2014, cuando tenía 27 años, dio a luz a un bebé varón sano que pesó 6.9 libras (poco más de 3 kilos), dijeron los investigadores.
El ovario de la mujer sigue funcionando con normalidad, y no hay ningún motivo para que no tenga más hijos si lo desea, dijo Demeestere.
"El procedimiento es factible y eficiente en los niños", afirmó.
Si el injerto dejara de funcionar, la paciente podría recibir un segundo trasplante con el tejido congelado restante, añadió.
Demeestere apuntó que se necesita más investigación. Esta joven ya había iniciado la pubertad, aunque aún no menstruaba. Así que no está claro si este procedimiento tendría éxito en niñas que aún no han iniciado la pubertad en lo absoluto.
Aunque este procedimiento se había usado en adultos, no estaba claro si congelar tejido ovárico inmaduro podría restaurar con éxito la fertilidad más tarde.
Los investigadores dijeron que este procedimiento podría ser un avance importante para preservar la fertilidad de las mujeres jóvenes o niñas que necesitan tratamientos para una enfermedad que podrían destruir su función ovárica, como, por ejemplo, el cáncer.
"Es un mensaje de esperanza para todas las niñas con un riesgo alto de insuficiencia ovárica prematura, para mejorar su calidad de vida", aseguró la investigadora líder, la Dra. Isabelle Demeestere, ginecóloga y asociada de investigación de la Clínica de Fertilidad y el Laboratorio de Investigación sobre la Reproducción Humana del Hospital Erasme, y de la Universite Libre de Bruxelles en Bruselas, Bélgica.
La Dra.Avner Hershlag, jefe del Centro de Reproducción Humana del Hospital de la Universidad de North Shore en Manhasset, Nueva York, afirmó que el anuncio es "un evento emocionante y un logro histórico en la preservación de la fertilidad en las mujeres en riesgo de perder el potencial de quedar embarazadas". Hershlag no participó en el estudio.
"Ya hemos podido conservar la fertilidad de las mujeres jóvenes diagnosticadas con cáncer y otras enfermedades médicas graves en que el tratamiento amenaza el potencial reproductivo", dijo, y añadió que las mujeres que tienen pareja pueden congelar embriones, y que las mujeres solteras de incluso 14 años de edad pueden congelar sus óvulos.
Pero las niñas y las adolescentes que se encuentran antes de la pubertad no pueden congelar óvulos, y por tanto este tratamiento ofrece una alternativa, dijo Hershlag.
"Se trata de una extensión natural de la ciencia que ya se ha desarrollado para optimizar las técnicas de congelamiento de óvulos, embriones y tejido ovárico. El tejido ovárico... puede permanecer congelado durante años, dando así esperanzas a las niñas que han sobrevivido al cáncer y a otras enfermedades graves, y permitiéndoles tener una familia en la adultez", aseguró.
Los hallazgos del estudio aparecen en la edición del 10 de junio de la revista Human Reproduction.
La mujer nació en la República del Congo, y fue diagnosticada con anemia drepanocítica cuando eran una niña pequeña. A los 11 años emigró a Bélgica, donde fue tratada con un trasplante de médula ósea. Parte del trasplante conllevaba el uso de quimioterapia para desactivar el sistema inmunitario, lo que podía prevenir de forma permanente que sus ovarios funcionaran. En un intento por salvar su futura fertilidad, los médicos extirparon su ovario derecho cuando tenía 13 años, y congelaron fragmentos de tejido.
Aunque el trasplante de médula ósea tuvo éxito, surgieron complicaciones y el otro ovario de la mujer se dañó. Cuando quería tener un hijo, 10 años más tarde, los médicos descongelaron parte del tejido ovárico congelado, y lo trasplantaron en su cuerpo.
El tejido trasplantado respondió a sus hormonas. Comenzó a menstruar cinco meses después, y siguió teniendo ciclos menstruales regulares.
En noviembre de 2014, cuando tenía 27 años, dio a luz a un bebé varón sano que pesó 6.9 libras (poco más de 3 kilos), dijeron los investigadores.
El ovario de la mujer sigue funcionando con normalidad, y no hay ningún motivo para que no tenga más hijos si lo desea, dijo Demeestere.
"El procedimiento es factible y eficiente en los niños", afirmó.
Si el injerto dejara de funcionar, la paciente podría recibir un segundo trasplante con el tejido congelado restante, añadió.
Demeestere apuntó que se necesita más investigación. Esta joven ya había iniciado la pubertad, aunque aún no menstruaba. Así que no está claro si este procedimiento tendría éxito en niñas que aún no han iniciado la pubertad en lo absoluto.
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