El procedimiento de trasplante consiste en la inserción de un fragmento del islote de Langerhans de un páncreas sano al otro enfermo.
El trasplante de células beta responsables de producir insulina en el cuerpo humano es una nueva alternativa para los pacientes con diabetes tipo 1, así lo confirman investigaciones médicas.
Este procedimiento consiste en el trasplante de islotes de Langerhans pancreáticos, los cuáles están conformados a su vez por las células beta responsables de producir insulina.
Los candidatos específicos para esta terapia son solo aquellos pacientes diagnosticados con diabetes tipo 1, que se caracteriza por la ausencia de síntesis de insulina por lo que el paciente necesita suministrarse esta hormona diariamente para poder vivir.
En el caso de la diabetes tipo 2, el páncreas sí genera insulina, pero es muy poca y no es utilizada de forma adecuada para regular los niveles de glucosa en la sangre.
La doctora Laila Tabatabai, Endocrinóloga del Hospital Metodista de Houston, en Estados Unidos, explicó que el procedimiento de trasplante consiste en la inserción de un fragmento del islote de Langerhans de un páncreas sano a otro con diabetes tipo 1.
Una vez hecho el trasplante, la persona comienza a secretar insulina al cabo de unos minutos, de modo que ya no necesita inyecciones diarias de insulina para mantenerse.
Entre las ventajas que ofrece esta nueva técnica destaca que los islotes sanos ingresan al receptor mediante una inyección directamente en la vena porta hepática, lo que permite que el paciente pueda recibir más de un trasplante.
Las investigaciones ahora se centran en evitar el rechazo al trasplante, que es una realidad en la actualidad.
"Si bien existe un tiempo determinado para que el organismo receptor rechace el tejido, sea por la creación de anticuerpos contra el tejido nuevo o por incompatibilidad de determinados factores biológicos", dijo en un comunicado la doctora.
Este procedimiento consiste en el trasplante de islotes de Langerhans pancreáticos, los cuáles están conformados a su vez por las células beta responsables de producir insulina.
Los candidatos específicos para esta terapia son solo aquellos pacientes diagnosticados con diabetes tipo 1, que se caracteriza por la ausencia de síntesis de insulina por lo que el paciente necesita suministrarse esta hormona diariamente para poder vivir.
En el caso de la diabetes tipo 2, el páncreas sí genera insulina, pero es muy poca y no es utilizada de forma adecuada para regular los niveles de glucosa en la sangre.
La doctora Laila Tabatabai, Endocrinóloga del Hospital Metodista de Houston, en Estados Unidos, explicó que el procedimiento de trasplante consiste en la inserción de un fragmento del islote de Langerhans de un páncreas sano a otro con diabetes tipo 1.
Una vez hecho el trasplante, la persona comienza a secretar insulina al cabo de unos minutos, de modo que ya no necesita inyecciones diarias de insulina para mantenerse.
Entre las ventajas que ofrece esta nueva técnica destaca que los islotes sanos ingresan al receptor mediante una inyección directamente en la vena porta hepática, lo que permite que el paciente pueda recibir más de un trasplante.
Las investigaciones ahora se centran en evitar el rechazo al trasplante, que es una realidad en la actualidad.
"Si bien existe un tiempo determinado para que el organismo receptor rechace el tejido, sea por la creación de anticuerpos contra el tejido nuevo o por incompatibilidad de determinados factores biológicos", dijo en un comunicado la doctora.
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