8


Traducido por Francisco Martínez
El Salvador

Un edificio gris  en la Rue de Genève (Calle de Ginebra) en Bruselas, séptimo piso, habitación 07/01. Desde la pantalla de Ioannis Ikonomou de 49 años, se encuentran las órdenes de trabajo marcadas con diferente color. El trabajo debe mantener el Griego. En las próximas dos semanas, él debe traducir al Griego dos extensos textos de Legislación en Francés y Alemán. Es un poco aburrido pero: “Es mi contribución a Europa”, dijo en perfecto Alemán.

Emocinantes son tres órdenes especiales: La Comisión de la UE necesita urgentemente los documentos confidenciales traducidos del Hebreo, Chino y Azerí. Esto es posible solo unos pocos de los 2500 traductores de la UE. Ikonomou es el mejor de todos. Él habla 32 idiomas fluidamente, además de un par de “idiomas muertos” que domina pasivamente. Lo que su mente hace probablemte no sea igualado en todo el mundo. ¿Cómo puede una persona aprender tantos idiomas? ¿Y cómo puede vivir con ello?

Ikonomou encuentra divertida la pregunta. El piensa que no se puede ingresar al Libro de los Récords Guinness por hablar 32 idiomas. Le da un sorbo a su té verde. Al inicio solo era curiosidad. “Esta es una palabra clave para mi vida”. En las playas de Creta, el pequeño Ioannis escuchaba sonidos extraños de los turistas, pero él no entendía. No jugó al fútbol, no se venció a sí mismo, la mayoría de las materias le aburría. Por el contrario, él se sumergió en un mundo de palabras desconocidas.


Aprender Swahili solo por diversión.

A los cinco años aprendió Inglés, a los siete, Alemán. (“La sra. Rosi, una alemana de Creta, me lo enseñó”), con apenas diez años, Italiano (“Lo inició un compañero de escuela, pero yo quería ser mejor que él.”), con trece, Ruso (“Amé a Dostoevsky”), a los catorce Swahilli del Este de África (“Fue solo por diversión”) y a los dieciséis, Turco. “yo no quería tener enemigos, solo quería hablar con ellos”. En Grecia, en ese entonces, no había libros de Turco. “Mis padres encontraron a la sra. Ayse, una arquitecto inmigrante de Chipre. Era muy estricta.”

Pero no posee solo esta curiosidad, aparte que Ikonomou es un loco por los idiomas. También su inteligencia, su membresía  en  la Asociación Internacional de Superdotados MENSA, no es suficiente como una explicación. “Mis amigos esucharon las mismas canciones griegas y comieron Souylaki”. “Pero yo quería alejarme del Souylaki, de mi cultura, alejarme de mis raíces”. “Yo era la contraparte de Odiseo”. Por ello, Ikonomou viajó siempre a través de los idiomas y culturas de este mundo. Hasta hoy día.

Después del Turco, aprendió Árabe, fui sufí, un adepto al misticismo islámico. “La reglas de un idioma son siempre el inicio para mí, quiero comprender todo, la comida, la música, la religión, los traumas de un pueblo”. Luego un cambio súbito: Ikonomou tuvo una fascinación por la India, estudió Urdu, Hindi y Sánscrito. A los dieciocho años era ya un vegetariano estricto y vivía de acuerdo a las leyes hindúes.


Ahora Ikonomou ya no cree en ningún dios.

“Pero mi madre se enloqueció, me dijo: “deja ya esa música hindú.  ¿Y por qué debes comer con tus dedos?” "Mis padres siempre me apoyaron, pero eso fue demasiado”.
“A veces pienso que si ellos hubiesen sido más contentos, a lo mejor yo escucharía música pop griega y fuese normal”. Pero Ioannis siguió su camino, “Un día todo fue claro para mí: Nunca serás un verdadero hindú”. Hoy día Ikonomou no cree en ningún dios, come carne con cuchillo y tenedor y ocasionalmente bebe alcohol. “Es importante hacer el bien”, dijo.

Ikonomou habla 21 de los 24 idiomas oficiales del UE. “He olvidado mucho el Lituano, para el Galés y el Maltés no tengo tiempo”. Pero él no solo comprende los idiomas modernos, también diversos idiomas antiguos. Latín, Gótico, Maya y Goidélico. Escribió su tesis en Harvard sobre el profeta Zarathustra, en idioma Avestish, una variedad de antiguo Farsí.

“El idioma es como el amor” Dice él. “Cuando te enamoras de alguien, seguramente sabes la historia de esa persona, visitas a sus padres, su antigua escuela” “Un idioma es para mí no solo el presente, sino también el pasado”. Recientemente Ikonomou hizo un descubrimiento: La palabra “lluvia” en todos los idiomas eslávicos proviene del antiguo Farsí. “Estaba tan emocionado que me gustaría hablar con alguien al respecto”. Me encanta tanto lo referente a las antiguas inscripciones mayas del museo de Ciudad de México o las enseñanzas del rey Darío, quien vivió 500 años antes de Cristo. A veces me siento solo, pero esto es así”.


Cuatro a cinco horas de sueño.

Ikonomou no está solo. Tiene amigos y familia. Está casado con Tomek, que es de Polonia. “No soy un nerd. Tengo amigos, que no entienden una sola palabra de Gótico o Sánscrito. Salimos y nos divertimos” Pero cuando los amigos se han ido y Tomek se va a la cama, Okonomou se sumerge en su mundo. En su PC ve televisión china o húngara, todo lo que está ocurriendo.  Él chatea por horas en Ruso, Turco, Búlgaro o con hablantes de Amharic de Etiopía.

Cada noche ocurre lo mismo. Cuando el reloj marca las cuatro de la mañana, Ikonomou se va a la cama y duerme de cuatro a cinco horas. Eso no es bueno para su salud. “Pero me permite permanecer en contacto con los idiomas. No repito palabras constantemente. Ya no soy un estudiante. Soy una persona que usa los idiomas en la vida real.”

Para Ikonomou son todos los documentos oficiales que debe traducer, el “chat room” global, la televisión en internet, programas radiales en su iPod. Los escucha por las mañanas y por las noches en su camino al trabajo, siempre en diferentes idiomas, actualmente recibe mensajes en Chino. “Esto es muy importane para mí”. La Comisión solicita más frecuentemente sus traducciones del idioma Chino. En su oficina hay una pizarra con caracteres chinos.


Dedicación total como método.

“El Chino es mi idioma preferido. Es totalmente diferente, el monte Everest para los Europeos”.  Ha estado en China un par de ocasiones. Cada vez ha aprendido más. Los costos los asume la Comisión. La mayoría. En algunos de los países donde se hablan los idiomas que él domina, él nunca los ha visitado. En Etiopía o el Congo, por ejemplo “simplemente no tengo tiempo”.
Ahora quiere aprender Albanés. El país desde hace unas semanas, es candidato para entrar a la Unión Europea. “Siempre necesito de un incentivo”. Su objetivo: Entender las noticias de la radio en albanés en tres meses.  No necesita un diccionario. Él utiliza diccionarios electrónicos. Además usa la intenet en busca del nuevo idioma. “Me concentro más meses en aprender albanés, aprender las palabras, hacer intercorrelaciones, afianzarlas y luego, inmediatamente utilizarlas al hablar o leer los periódicos”. ¿Hay un termino para este método? “Dedicación total”, dice él.


Texto Original (Alemán)



.

0 Comentarios:

Post a Comment

Translate this blog

Encuéntranos en Facebook

Hecho en

Hecho en

Contacto

Contacto

Visitantes


contador de visitas gratis

Publicaciones populares

Déjanos un comentario.

Powered by Blogger.

Social Icons

Lectores

Featured Posts