Los cigarrillos mentolados son más dañinos para la salud que los convencionales y con ellos es más fácil empezar a fumar y más difícil dejarlo, según un estudio preliminar de la agencia estadounidense del medicamento (FDA, según sus siglas en inglés), que sin embargo no ha tomado ninguna medida concreta para su prohibición.
La evaluación preliminar de la FDA indica que los cigarrillos mentolados "están probablemente asociados con un aumento en la iniciación del hábito de fumar y la adicción a la nicotina, así como con una disminución del éxito para dejar de fumar". Este organismo sostiene que en EEUU alrededor de un 30% de los fumadores adultos y más de un 40% de los jóvenes consumen cigarrillos con sabor a mentol. Además, estos cigarrillos son extremadamente populares entre la población afroamericana.
Se espera que el estudio de la FDA siente las bases para regulaciones más estrictas en el futuro sobre el mentol en los cigarrillos; aunque de momento este organismo no ha tomado ninguna medida concreta con respecto a estos productos.
La agencia sí adelantó que "tiene la intención de explorar la posibilidad de añadir el mentol a la lista de componentes nocivos y potencialmente nocivos (HPHC, en inglés)", como ya hizo hace unos años con los cigarrillos de sabores.
Al tiempo, la FDA prevé llevar a cabo nuevas investigaciones para avanzar en la comprensión de los efectos del mentol en los cigarrillos y abordar esa cuestión en sus campañas de prevención del tabaquismo entre los jóvenes.
Ya en 2011 un panel de médicos, científicos y expertos en salud pública convocado por la FDA elaboró un informe en el que señalaba que el mentol en los cigarrillos hace que sea más fácil seguir enganchado al tabaco y más complicado dejar el hábito.
Entonces ese panel llegó a la conclusión de que la eliminación de los cigarrillos mentolados del mercado beneficiaría a la salud pública en EEUU. Sin embargo, desde entonces nada ha cambiado, lo que ha despertado algunas voces críticas contra la FDA, que consideran que está teniendo una actitud demasiado pasiva en este terreno.
La evaluación preliminar de la FDA indica que los cigarrillos mentolados "están probablemente asociados con un aumento en la iniciación del hábito de fumar y la adicción a la nicotina, así como con una disminución del éxito para dejar de fumar". Este organismo sostiene que en EEUU alrededor de un 30% de los fumadores adultos y más de un 40% de los jóvenes consumen cigarrillos con sabor a mentol. Además, estos cigarrillos son extremadamente populares entre la población afroamericana.
Se espera que el estudio de la FDA siente las bases para regulaciones más estrictas en el futuro sobre el mentol en los cigarrillos; aunque de momento este organismo no ha tomado ninguna medida concreta con respecto a estos productos.
La agencia sí adelantó que "tiene la intención de explorar la posibilidad de añadir el mentol a la lista de componentes nocivos y potencialmente nocivos (HPHC, en inglés)", como ya hizo hace unos años con los cigarrillos de sabores.
Al tiempo, la FDA prevé llevar a cabo nuevas investigaciones para avanzar en la comprensión de los efectos del mentol en los cigarrillos y abordar esa cuestión en sus campañas de prevención del tabaquismo entre los jóvenes.
Ya en 2011 un panel de médicos, científicos y expertos en salud pública convocado por la FDA elaboró un informe en el que señalaba que el mentol en los cigarrillos hace que sea más fácil seguir enganchado al tabaco y más complicado dejar el hábito.
Entonces ese panel llegó a la conclusión de que la eliminación de los cigarrillos mentolados del mercado beneficiaría a la salud pública en EEUU. Sin embargo, desde entonces nada ha cambiado, lo que ha despertado algunas voces críticas contra la FDA, que consideran que está teniendo una actitud demasiado pasiva en este terreno.
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