La peste negra fue una de las enfermedades más letales que la humanidad ha conocido. No sólo fue responsable de la muerte de aquellos a los que infecta, si no que contribuyó indirectamente a las terribles hambrunas debido a que las millones de personas que sufrían de la plaga no podían trabajar los campos. La cifra total de muertos fue sorprendente.
La medicina era lamentablemente primitiva y enturbiada con prácticas arcáicas nacidas de la superstición y la alquimia. A pesar de esta dependencia de misticismo crudo, hasta los médicos podían comprender el peligro de la peste y la mayoría huyeron por sus vidas. En su ausencia, grupos de voluntarios dedicados al estudio de la enfermedad, trataron a las víctimas lo mejor que pudieron, luchando contra la contaminación adicional. Ellos fueron llamados los "Doctores de la Peste".
La imagen que ilustra este texto puede parecer como si salió de una pesadilla, pero su equipo es en realidad el primer traje contra materiales peligrosos.
La medicina era lamentablemente primitiva y enturbiada con prácticas arcáicas nacidas de la superstición y la alquimia. A pesar de esta dependencia de misticismo crudo, hasta los médicos podían comprender el peligro de la peste y la mayoría huyeron por sus vidas. En su ausencia, grupos de voluntarios dedicados al estudio de la enfermedad, trataron a las víctimas lo mejor que pudieron, luchando contra la contaminación adicional. Ellos fueron llamados los "Doctores de la Peste".
La imagen que ilustra este texto puede parecer como si salió de una pesadilla, pero su equipo es en realidad el primer traje contra materiales peligrosos.
Aunque la naturaleza de la enfermedad no era comprendida, los doctores de la peste buscaron protegerse de la mejor manera que podían. Debajo de sus gruesas túnicas negras, llevaban delantales de cuero, botas y guantes de cuero. La extraña máscara en forma de ave estaba repleta de hierbas aromáticas y especias, en espera de que se filtrasen elementos infecciosos (además de cubrir el olor horrible de la muerte en Europa). El sombrero de ala ancha servía como el casco de un policía: alertar a otros de la presencia del doctor de la plaga y la autoridad con su diseño distintivo. Era frecuente que llevasen bastones para empujar a los cadáveres y para usarlos como palancas para mover los cadáveres a un lado.
Los médicos de la peste estaban muy mal equipados para hacer frente a la crisis, sin embargo trataron de salvar tantas vidas como fuese posible, mientras que sus propias filas progresivamente fueron devastadas por la plaga.
Los médicos de la peste estaban muy mal equipados para hacer frente a la crisis, sin embargo trataron de salvar tantas vidas como fuese posible, mientras que sus propias filas progresivamente fueron devastadas por la plaga.
A medida que este tiempo infernal llegó a su fin, la medicina cambió para siempre en Europa.
Los procedimientos arcáicos de la época anterior a la plaga fueron echados a un lado, como la brujería, y un enfoque más práctico fue adoptado.
Si bien esta nueva generación de médicos era sólo un poco menos ignorante de la patología que sus predecesores, fue un paso importante hacia el desarrollo de la ciencia médica. A pesar de eficacia limitada, la innovación de traje protector del doctor de la peste era innegable.
Los trajes modernos contra materiales peligrosos tienen su origen en la Edad Media.
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